Conocidos por sus impresionantes plumas en la cola, los pavos reales machos también usan otros trucos para atraer la atención de las hembras.
Según han observado científicos de Canadá, los pavos reales lanzan el sonido que emiten al copular, aunque en ese momento no lo estén haciendo, para atraer a las hembras. El falso grito sexual del macho puede convencer a las pavas reales de que son muy activos sexualmente.
Una vez que el macho ha atraído con éxito a la hembra, realiza un sonido distintivo -mucho más alto de lo que necesita para comunicarse solo con la hembra- antes de intentar aparearse. Según los biólogos, estos machos han prendido que con tal engaño es recompensado con más compañía femenina.
En resumen, al fingir que están copulando cuando aún no lo están haciendo, los pavos reales convencen a las hembras de que son más activos sexualmente.
El canto del pavo real (llamado voceo) no es tan melodioso como otras aves, ya que su canto se parece al maullido de un gato o al llanto de un bebé.