Estamos acostumbrados a ver pavos reales en parques y jardines de todos los continentes excepto en la Antártida, por su espectacular plumaje y porque son animales fácilmente domesticables, razón por la cual fueron introducidos en estas regiones hace siglos. ¿Pero de dónde vienen? ¿Dónde puedes encontrar pavos reales salvajes?
Orígenes asiáticos de los pavos reales salvajes
Para responder a la pregunta de dónde vive el pavo real, es importante señalar que el pavo real común es originario del sur de la India y de la isla de Ceilán (Sri Lanka). Actualmente, las poblaciones de pavos reales silvestres se encuentran principalmente en las regiones más secas del subcontinente indio y en la isla de Sri Lanka. No obstante, también se pueden encontrar en Sudáfrica, Madagascar, Mauricio, Indonesia, Australia, Papúa Nueva Guinea, EEUU, México, Guyana, Colombia, Honduras, Brasil, Surinam, Argentina, Uruguay y otros países, incluso se han observado ejemplares que se han adaptado a climas tan fríos como los del norte de Canadá.
Existe otra especie menos conocida de pavo real, la africana, que se encuentra actualmente en peligro de extinción a causa de la caza furtiva para el comercio de sus plumas y su carne. El pavo real del Congo se puede encontrar únicamente en la República Democrática del Congo.
El pavo real tiene la necesidad de vivir en bosques situados a una altura inferior a los 2000 metros sobre el nivel del mar. Prefieren los bosques con árboles caducos y zonas de jungla poco densas, pueden adaptarse a diferentes hábitats, desde el bosque húmedo hasta el bosque seco. Incluso hay pavos salvajes que se han adaptado a vivir cerca de zonas de cultivo y toleran bien la presencia humana.
¿Cómo proteger al pavo real?
En la India está protegido por ley al igual que en muchas otras regiones del continente asiático. Sin embargo, la caza furtiva para el comercio de las plumas y su carne y el envenenamiento accidental al alimentarse de semillas mezcladas con pesticidas, han provocado disminuciones en algunas poblaciones de la India.
Muchas ciudades donde viven en estado salvaje tienen programas para enseñar a los residentes a vivir con pavos reales para reducir su extinción.
Además, solo se pueden comercializar las plumas que se les han caído de forma natural, lo que ayuda a que estas aves no sean cazadas a propósito con ese objetivo.