La distinción entre un pavo real macho y una hembra es claramente perceptible en términos de su aspecto físico y comportamiento. A continuación, te presentamos algunas características distintivas que ayudan a diferenciar a los pavos reales machos y hembras.
Plumaje: El plumaje constituye la diferencia más evidente entre los pavos reales machos y hembras. Los machos, conocidos como pavos reales, ostentan un plumaje impresionante y llamativo. Sus plumas de la cola son largas, brillantes y exhiben hermosos colores que se asemejan a ojos. Durante el cortejo, los machos despliegan su cola en un abanico imponente para captar la atención de las hembras. Por otro lado, las hembras, llamadas pavas reales, tienen un plumaje más discreto y menos llamativo en comparación con los machos. Sus plumas presentan tonalidades pardas y manchas más pequeñas y menos vistosas.
Tamaño: Los pavos reales machos suelen ser más grandes que las hembras. En promedio, los machos alcanzan una longitud corporal de aproximadamente 100 a 130 centímetros, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas, midiendo alrededor de 80 a 90 centímetros.
Cresta y carúnculas: Otra diferencia notoria es la presencia de una cresta y carúnculas en los machos. Los machos exhiben una cresta prominente en la parte superior de su cabeza, la cual se vuelve más llamativa durante la temporada de apareamiento. Además, presentan carúnculas, que son protuberancias carnosas de color rojo o azul situadas en la base de su pico. Estas características están ausentes o son menos pronunciadas en las hembras.
Comportamiento: Durante la temporada de apareamiento, los pavos reales machos muestran un comportamiento distintivo. Realizan exhibiciones elaboradas, despliegan su cola en forma de abanico, hinchan sus plumas y emiten llamativos cantos para atraer a las hembras. Por otro lado, las hembras suelen ser más discretas y reservadas en su comportamiento.
Estas diferencias físicas y comportamentales son características comunes en los pavos reales, pero es importante tener en cuenta que cada individuo puede presentar variaciones individuales. La distinción entre los machos y las hembras se hace más evidente en la edad adulta, ya que los ejemplares jóvenes pueden tener plumajes similares hasta que alcanzan la madurez sexual.